Algunas de las afecciones más comunes son: la depresión, los trastornos de ansiedad y de la alimentación y los comportamientos adictivos; esto puede influir de manera negativa en el trabajo, estudio, relaciones personales del individuo y alterar el funcionamiento de estos.
En la su gran mayoría las enfermedades mentales y los síntomas pueden tratarse de forma integral, realizando el abordaje en todos los aspectos ambientales, genéticos, clínicos, emocionales y llegar a la mejor opción farmacológica y psicoterapéutica.
La mayor parte de las enfermedades mentales no mejoran por sí solas y, sin tratamiento, pueden empeorar con el tiempo y ocasionar problemas graves.